El último partido
oficial de la NFL
fue el domingo 5 de febrero. Aquella memorable jornada de Houston coronó a New
England Patriots con su quinto Super Bowl, tras un gran arranque de Atlanta
Falcons, que no pudo sostener el resultado. Pasaron 214 días sin football, pero
el camino rumbo a Minneapolis -sede de la próxima final- tuvo un comienzo
prometedor para aquellos equipos que sufrieron pocas modificaciones en sus
planteles.
A excepción del
partido entre Miami Dolphins y Tampa Bay Buccaneers -postergado por la
irrupción del Huracán Irma- los 15 juegos fueron interesantísimos por distintos
motivos:
Chiefs 42-27 Patriots. El resultado no me sorprendió porque Kansas
City es un equipo listo para la acción de postemporada. Mantuvo las bases y no
sintió las bajas de Poe, Charles o Maclin. Ahora habrá que ver qué sucede sin
Eric Berrry –lesionado-. Alex Smith tuvo un partido excelente, lanzó más de lo
que venía corriendo -hasta con pases largos- y conmocionó a los profundos de
New England, sobre todo al recientemente llegado Stephon Gilmore (Bills). En el
ataque, Patriots juega de memoria, tanto que el rival supo anularlo. Sin
embargo, Brandin Cooks no es Julian Edelman ni Mike Gillisle es LeGarrete
Blount. Hay que darles tiempo, al igual que a su OL para que se conozcan.
Bills 21-12 Jets. Me gustó Bills, algo que hace años no me
sucede. El ataque terrestre lució completo con Mike Tolbert, proveniente de
Carolina, potenciando un backfield temible junto a LeSean McCoy y el mismo Tyrod
Taylor (QB). Los nuevos elementos se adaptaron perfectamente al sistema,
sustentado por una OL sin variantes, y pudieron imponerse ante un débil conjunto
neoyorquino. Por aire, Tylor jugó a la altura del partido y se conectó en
varias ocasiones con McCoy y Charles Clay (TE), a quienes conoce, aunque relegó
a los receptores recién llegados: Jordan Matthews (Eagles), Andre Holmes
(Raiders) y Zay Jones (draft). Por su parte, Jets careció de conducción con
Josh McCown, arribado desde Cleveland, quien tendrá un año complicado porque el
equipo aún debe conocerlo y todavía no podemos saber cuán talentoso es el ex
quarterback de Browns.
Falcons 23-17 Bears. Atlanta ganó ajustadamente pero demostró que
será tan competitivo como en la temporada pasada. Su plantilla no tuvo
demasiados movimientos importantes y posiblemente sea la salida del entrenador Kyle
Shanahan la baja más sensible. La defensa –reforzada con Dontari Poe, ex
Chiefs- destrozó a Mike Glennon (ex Buccaneers), quien pudo ejercer mejor las
piernas que su brazo. Chicago sigue pagando el desmembramiento de un plantel
que no supo ganar con las figuras y desde hace dos años decidió por el
recambio. El mejor ejemplo es Tarik Choen, el corredor seleccionado en el draft
que podría tomar las riendas del ataque.
Raiders 26-16 Titans. Fue un encuentro parejo, aunque la diferencia
la aportó el ataque aéreo de Oakland, con Derek Carr y compañía. Esta unidad
está aceitada y, para colmo, incorporó nada menos que a “The Beast” Marshawn
Lynch. En Tennessee, no tuvieron chances de acercarse a la zona roja y apenas
anotaron un touchdown. Ambas defensivas jugaron bien y ese factor fue
determinante para el show de field goals.
Steelers 21-18 Browns. El marcador es algo mentiroso porque
Pittsburgh dominó en tres de los cuatro períodos. Cleveland siempre está en
formación y haber arrancado el juego con una anotación en contra de los equipos
especiales fue demasiado. Aunque tardaron en aparecer, los encuentros entre Ben
Roethlisberger y Antonio Brown (11 recepciones con 182 yardas ) fue lo mejor
de la tarde. La ausencia de Le’Veon Bell en los campamentos hasta acordar su
contrato fue perjudicial para el juego terrestre de Steelers. En Browns, el
mariscal novato DeShone Kizer comenzó desprotegido, pero mejoró en el cierre
del partido. Hay que darle tiempo a Cleveland, como siempre… el tema es ¿hasta
cuándo?
Lions 35-23 Cardinals. Fue un buen duelo aéreo entre dos equipos
lanzadores. Tanto Mattew Stafford –que tiene nuevos compañeros para una OL
últimamente deteriorada- como Carson Palmer superaron los 40 intentos de pase.
Sin embargo, la defensa de Detroit actuó con mayor firmeza que la de Arizona,
lo que generó tres intercepciones contra el quarterback de Cardinals. Para
colmo, el peso que sentiría el veterano conductor de Arizona -tras la lesión de
David Johnson- al recargar demasiado su brazo es una incógnita que sólo su
frágil cuerpo puede responder.
Ravens 20-0 Bengals. La “blanqueada” de Baltimore no fue exagerada
y Andy Dalton tiene cada vez menos adeptos. El lanzador de Cincinnati dio un
espectáculo vergonzoso, con 4 intercepciones y apenas 170 yardas . Dalton no
puede quejarse: le mantuvieron el mismo equipo ofensivo que tuvo una gran
temporada regular. Ante Ravens tuvo que sufrir el resurgimiento de una
defensiva adormecida por las lesiones y que ahora pretende acomodar la
actualidad con su historia exitosa. En ataque, Joe Flacco tiene dos compañeros
nuevos de lujo: Danny Woodhead (RB) y Jeremy Maclin (KC).
Jaguars 29-7 Texans. Jacksonville sumó jugadores en la defensa y
decidió apostar por la misma ofensiva. De entrada, el efecto fue sorpresivo y
exitoso. Lo más llamativo fue el accionar de la trinchera, que actuó con una
agresividad pocas veces vista en esta unidad. Por delante, tuvieron una OL
deplorable y un par de mariscales de campo –al menos por ahora- mediocres.
Jaguars jugó con gran espíritu, orden y confianza. Todas sus líneas resultaron
excelentes ante un conjunto decadente.
Eagles 30-17 Redskins. Fue un pleito a puro pase. Es más, lanzaron
tanto que cometieron demasiados errores. Carson Wentz aprovechó su agilidad
pero estuvo tan desprotegido como Kirk Cousins. Es por ello que anotaron varios
goles de campo para ganar. Las defensivas fueron agresivas pero la de Eagles
redobló el esfuerzo y fue clave.
Rams 46-9 Colts. Hace rato que Rams no juega a este nivel. Me
atrevo a decir que desde el Super Bowl XXXIV, pero sería demasiado exagerado e
injusto. Sin embargo, los cambios en el ataque, con la llegada de tres
receptores –Sammy Watkins, Robert Wood y Cooper Kupp- y los refuerzos en la OL –Withworth y Sullivan- le
permitieron a Jared Goff brindar el mejor juego desde su debut en 2016. Y por
la defensa no deben preocuparse en Los Angeles. Mientras tanto, en Indianapolis
todo es incierto: la lesión de Andrew Luck, lo que puedan rendir Tolzien o
Brissett (ex Patriots) o si la OL
está a la altura. En la defensa, cualquier cosa puede suceder porque la mitad
de los jugadores son nuevos. Colts es una verdadera lotería, pero con porotos…
Panthers 23-3 49ers. Continuando con los equipos desastrosos, San
Francisco aparece en los primeros puestos. Es que el equipo del oeste solo
tiene a Carlos Hyde. El resto de la ofensiva fue flojísima. Bryan Hoyer viene
de jugar mal en Chicago y arrastra un excesivo lastre por haber sido suplente
de Tom Brady. Errores se comenten en todos lados… Por su parte, Carolina lanzó
más de lo que corrió y no tuvo problemas ante un rival menor y Cam Newton
alternó –como algunas veces sucede- buenas y malas decisiones.
Packers 17-9 Seahawks. A Packers se le simplificó el partido tras un
error de Russell Wilson. Sin embargo, no fue un encuentro cómodo para Aaron Rodgers
por el peso defensivo de Seattle. Resultó un partido parejo, donde Seahawks ni
pisó la zona roja y Green Bay empezó a reacomodar su ataque, que luce completo
tras la recuperación de jugadores y la llegada de Martellus Bennett (TE). El
dato colorido lo aportó Eddie Lacy, con el jersey cambiado tras su fracaso en
Packers.
Cowboys 19-3 Giants. Dallas luce intacto. Me da la impresión que
está en el punto de maduración justo. Corren y lanzan al compás de Dak
Prescott, mientras la defensiva explota de agresividad. Esa unidad apenas dejó
mover a Eli Manning, quien emerge como única figura de un equipo –hasta ahora-
irresoluto y sin espíritu.
Vikings 29-19 Saints. Vikings ganó con absoluta soberbia y se
impuso ante Saints con un Bradford realmente brillante. El juego aéreo está
perfectamente coordinado y la defensiva es de lo mejor de la Conferencia Nacional.
Saints no quiere reconocer que Sean Peyton es historia. Demasiados veteranos
inconexos forman parte de una plantilla que cambió nombres y pero tiene sus
energías agotadas.
Broncos 24-21 Chargers. Broncos es temible aunque tenga un quarterback
en pleno crecimiento. Es un equipo completo y C.J. Anderson es su punta de
lanza. La defensa sigue en alto nivel pese a la ida de T.J. Ward (Tampa Bay).
Chargers remontó tarde, aunque Rivers tiene cada vez menos armas y una OL
endeble.