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Calais Campbell (Jaguars) |
Regla número uno de la NFL: para ganar el
Super Bowl hay que armar una defensa sólida. Desde hace años, los ejemplos de
dominaciones defensivas abundan. Broncos, Seahawks, Patriots (2017), Ravens y
Giants conquistaron sus tazones con equipos fuertes, pero todos lo lograron
bajo estructuras de trincheras rigurosas. Así está el panorama en la
Conferencia Americana tras 7 semanas disputadas.
Hace varias temporadas que la AFC Este se
caracterizó por la supremacía absoluta de Patriots. Los demás equipos
intentaban –con poco éxito- colarse como mejores segundos. Jets, Dolphins y
Bills despilfarraron dinero en contratar estrellas de ataque y hallar talentos
que jamás aparecieron. Y fracasaron.
Esta vez, aprendieron la lección número 1
en la NFL: cuando acumulás fracasos, hay que armar una defensiva digna y
empezar a correr. Hoy, Buffalo y Miami están entre las 4 mejores defensas de la
liga y se mantienen expectantes ante el bajón inicial de New England. Sin
embargo, el calamitoso ataque aéreo de Dolphins es su talón de Aquiles.
A propósito de Patriots, las tres victorias
consecutivas con escasos puntos en su contra fueron suficientes para acomodarse
como líder natural de la división. El promedio de anotaciones sufridas en las
primeras cuatro semanas fue de 27.5 por partido; mientras que registró 12.6 en
las tres presentaciones recientes. Notable evolución con escasos cambios.
En el Norte, la situación es parecida.
Steelers y Bengals arrastraban algunos problemas con las secundarias, además de
otros inconvenientes con sus respectivos quarterbacks. Ante ello,
reconstruyeron la segunda línea de la trinchera y maquinaron más agresividad en
los front-7. Ambas defensas están entre las mejores 6 de la NFL.
Por otra parte, el ataque de Pittsburgh
sufrió un cambio drástico luego de la terrible derrota ante Jaguars: decidieron
cuidar a su líder -Ben Roethlisberger- con más juego terrestre, lo que generó
el cambio de eje hacia Le’Veon Bell, el mejor corredor de la NFL. No obstante,
reitero, es la defensa de Steelers la que se luce semana a semana.
Entretanto, Ravens perdió la escuela de
trincheras que venía pregonando y su destino es incierto por lo híbridas que
resultan sus unidades ofensivas y defensivas.
En el Sur, la sorpresa está en
Jacksonville, que armó una estructura defensiva impecable y fortaleció el
ataque terrestre con un extraordinario desempeño de Leonard Fournette, sobre
todo porque no confiaban –y aún no confían del todo- en Blake Bortles. A pesar
de alternar partidos buenos, malos y regulares, el mariscal de campo debió
entender –luego de tres temporadas- que para lanzar pases arriesgados primero
tenía que jugar más en equipo. El resultado está a la vista y Jaguars dejó de
ser el bufón de la división.
Hablando de payasos, Colts no tiene
arreglo. Ni el regreso de Andrew Luck es garantía de éxito porque su defensiva
está en coma, siendo la que más puntos permitió en la NFL. Tampoco sus
corredores están demostrando capacidad para disimular el flojo desempeño de
Jacoby Brissett. Indianápolis deberá esperar otro año –y van tres- para
regresar a postemporada.
Texans y Titans son casos extraños. Houston
tenía todo armado en cuestiones defensivas y la lesión de J.J. Watt modificó
los planes. Al menos, encontró un quarterback avezado -Deshaun Watson-, capaz
de conducir con intensidad y con errores a cuesta. El momentáneo equilibrio de
fuerzas le permite a Texans mantenerse competitivo en una división que siempre
es pareja por lo mediocre, aunque ésta campaña Jaguars es quien puede arriendar
al resto. Por su parte, Tennessee ocupa –increíblemente- el primer puesto de la
AFC Sur. La defensiva es pésima, pero desde que Mariota regresó, el espíritu
del equipo se elevó y el ataque terrestre se vio fortalecido.
En el oeste, también regresó la paridad.
Broncos mantuvo la estructura defensiva y el promedio de puntos recibidos es de
19.5, mientras que en las últimas temporadas fue de 18.5 en 2015 y 2016. El
problema en las últimas semanas está en la ofensiva: arrancó con buenos
triunfos ante Chargers y Cowboys, pero derrapó desde Bills en adelante. El
resto de las defensivas no difieren demasiado con los números de Denver porque
Chiefs, Chargers y Raiders también figuran entre las defensas promedio de la AFC,
sin erigirse como las mejores, pero tampoco siendo de las peores.
Kansas City es más completo, pero viene de
dos duras derrotas ante Steelers y Raiders, después de llevarse a todos sus
rivales por delante. Oakland repuntó con el retorno de Derek Carr, pero es San
Diego quien está haciendo diferencias con los ajustes defensivos. Los de Los
Angeles ganaron tres duelos seguidos porque el promedio de puntos recibidos
bajó estrepitosamente: en los primeros cuatro juegos le anotaron un promedio de
22.5, mientras que en los que ganó, apenas sufrió 12.5 puntos por partido. Aquí
la gran diferencia.