Cruzados ganó el Tazón Austral y sumó su cuarto título

“La Hermandad” superó ampliamente a Tiburones 27 a 0 y conquistó su cuarto trofeo argentino. El partido se disputó en la sede del Club Champagnat de Gral. Pacheco, donde se conmemoraron los diez años de la liga.

Diez años pasaron desde el nacimiento de la liga. Una década de crecimiento paulatino, basado en el esfuerzo, las ganas y el contagio. Antes de 2004 hubo un quiebre, producto de lo poco atractivo que resultaba el “flag football”, un juego más parecido a la mancha que al deporte americano. Motivados por el deseo de practicar lo que se veía por televisión, la ruptura originó la creación de Football Americano Argentina. En su décimo aniversario, un acontecimiento importante podría cambiar definitivamente la historia de esta disciplina en nuestro país, ya que el torneo se disputó en una cancha de césped sintético, en lugar de los terrenos ásperos del Club Comunicaciones.

Mudados del centro neurálgico de la Capital Federal, un polo de atracción influyente, los seis equipos que componen la liga jugaron el certamen 2014 en la sede del Club Champagnat de El Talar. El terreno de juego potenció el desarrollo de los partidos, afianzó a los jugadores y elevó el nivel táctico y estratégico de la competición. Correr con el balón, taclear a un adversario o saltar para atrapar un pase ya no son lo mismo. Ahora, los movimientos son más atractivos, incluso para el público o los curiosos, y estéticamente se lucen todos detalles. El gol de campo de Cruzados ante Tiburones

El sábado se disputó el Tazón Austral X, que tuvo al último campeón y máximo favorito, Cruzados, y al otro finalista 2013, Tiburones, que llegó disminuido por la baja del mariscal de campo titular, Allan Kotliar. El duelo estratégico estaba planteado: el ataque terrestre de Tiburones contra el juego aéreo de Cruzados. “La Hermandad” ha sido, junto con Corsarios, uno de los mejores participantes de la temporada regular, ya que acumuló 8 triunfos y 2 derrotas. El perfil del conjunto dirigido por el entrenador mexicano Luis Jiménez está basado en el talento del quarterback Thomas Haberl, y en la firme defensa, que fue consolidándose en estos últimos años hasta convertirse en el bastión del equipo. Por su parte, “Los Cazones” llegaron sin Kotliar pero con un juego terrestre dominante, en virtud de los acarreos del potente Matías Bezruk. Durante la campaña, Tiburones acumuló 6 victorias y 4 caídas, siendo tercero en la tabla de posiciones. En la semifinal, rompió todos los pronósticos al eliminar a Cruzados en un partido dramático.

Sin embargo, Tiburones no pudo reflejar lo hecho la semana anterior y fue dominado de punta a punta por un conjunto muy superior. Los 27 puntos de diferencia fueron inalcanzables y tuvieron pocas ocasiones para descontar. Las conexiones entre Haberl y el receptor Pedro Urzúa bastaron para imponer el ataque por aire. Entre ellos anotaron dos touchdowns, mientras que el restante fue de Víctor Botto, tras recuperar un balón suelto en la endzone. El resto de los puntos llegaron con una conversión de dos unidades de Santiago Palacio, 2 goles de campo y un safety. Uno de los touchdowns de Haberl y Urzúa

El dominio de Cruzados surgió hace tres años, cuando perdió la final ante Corsarios, en Comunicaciones. Aquel partido fue clave para duplicar la apuesta y crecer aún más. El carácter de un plantel se podría expresar en los otros cinco. Todos forman parte de una liga que apuesta al futuro. El nacimiento de tres equipos juveniles es un claro ejemplo. Sumar. Aportar. Esforzarse. Crecer. Los valores de los “no tan locos” jugadores de football americano en Argentina…

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