Hay un principio de acuerdo entre los jugadores y la NFL para la
conformación del nuevo convenio laboral. Ya se escuchan crujir los cascos en
los campamentos… ¡Good Show!
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Imagen: AP |
“Todo tiene un final, todo
termina”, cantaba Vox Dei, un grupo argentino que comenzó a tocar en 1968, en
su mítico tema “Presente”. Si bien, todavía restan varios detalles para
culminar las negociaciones, al menos, se llegó a un principio de acuerdo entre
los jugadores y los dueños de los equipos.
Desde la semana pasada, algunos
planteles abandonaron los parques y las escuelas para comenzar a entrenarse,
casi informalmente, en los predios de sus franquicias, avizorando –tal vez- que
la solución estaba cerca. Además, hubieron otros indicios de una posible
solución inmediata al conflicto patronal: el pedido de arreglo de los
mariscales de campo Peyton Manning (Indianápolis), Tom Brady (Nueva Inglaterra)
y Drew Brees (Nueva Orleáns) y el comunicado de los propietarios que reflejaban
las mismas intensiones de los quarterbacks.
Tras una ardua jornada del
jueves, las conversaciones continuaron hoy desde la mañana en Nueva York.
Teniendo en cuenta que el plazo para las negociaciones bilaterales se agotaba
en horas, ayer se anunció un acuerdo en el tope salarial para los novatos, que
será de 120 millones de dólares, y también la reestructuración de las reglas de
la agencia libre.
Con este avance, se superaron dos
de los principales reclamos de los jugadores, aunque resta resolver la cuestión de los retirados. Sin embargo, con el nuevo tope salarial, muchos
propietarios deberán despedir a algunos jugadores y buscar la forma de
completar sus plantillas.
Todo parece indicar que los
campamentos se abrirán en pocos días y los cascos comenzarán a chocarse. La NFL
deberá definir si habrá tiempo necesario para disputar las 17 fechas de la
temporada regular o reducir algunas jornadas. El día clave será el jueves 21,
cuando los dueños tengan que votar por el nuevo convenio laboral. La moneda
está en el aire... Y el juego podría comenzar a tiempo.
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