De
los 16 integrantes de la Conferencia Americana, 12 pelean por ingresar a los
playoff. Solo Jets, Jaguars, Raides y Titans están fuera de la temporada 2014. La
competitividad es feroz y no solo la división norte tendrá un desenlace
encarnizado.
Uno de los mejores equipos de la Americana es Broncos, que en los últimos juegos sufrió más de lo que disfrutaba al inicio de la campaña. De los cuatro partidos recientes, Denver perdió con Rams –vergonzosamente- y con Patriots, mientras que el domingo tuvo un encuentro complicado. Miami tomó la iniciativa y ganaba por 11 puntos, pero Peyton Manning y compañía anotaron 3 touchdowns que dieron vuelta el resultado. Broncos supo resolver los problemas que le impidieron conquistar el último trofeo Vince Lombardi reforzando la defensiva. Además, Demaryius Thomas y Emmanuel Sanders son baluartes indispensables para un juego aéreo que depende casi exclusivamente de Manning. No obstante, debe profundizar aún más el ataque terrestre que se vació con la ida de Knowshon Moreno si quiere repetir lo hecho el año pasado.
Dolphins,
al igual que Buffalo, sueñan con un comodín, pero saben que no dependen
solamente de ellos mismos. La división “este” tiene dueño, por lo tanto,
cualquier posibilidad escapa a lo que realicen estos dos equipos en los
próximos partidos. El poderío de New England es abrumador y la mano del
entrenador Bill Belichick fue imprescindible para la supervivencia de la
franquicia en la casi segura postemporada. La longevidad del mariscal de campo
Tom Brady está agotándose y Belichick diseñó un nuevo esquema ofensivo para
proteger al quarterback y, asimismo, potenciar el ataque terrestre, más firme
aún con la reciente llegada de LeGarrette Blount. Patriots viene de liquidar a
Broncos, superó a Colts y el domingo a la mejor defensa de la NFL, Detroit. Si
sumamos el trabajo defensivo, estamos delante de uno de los grandes candidatos
a disputar el Súper Bowl XLIX.
La
sorpresa de la semana la dio Raiders, que ganó su primer partido de la
temporada y lo hizo nada menos que ante Kansas City, que acumulaba 5 triunfos
en serie e igualaba la marca de Broncos en la AFC “oeste”. El resultado fue un
batacazo absoluto y significó el quiebre de una racha adversa de 16 juegos para
Oakland. Además, el juego terrestre tuvo una pulseada interesante, con Murray,
McFadden y Charles como protagonistas del TNF. Posiblemente, los dirigidos por
Andy Reid sintieron la presión de superar a Broncos en la división. Por otra
parte, Chargers parece que ya alcanzó el pico de mayor rendimiento y los
resultados recientes no favorecen las proyecciones del conjunto de San Diego.
Las tres derrotas en serie disminuyeron las acciones de Philip Rivers y también
el potencial ofensivo que venía demostrando. Para colmo, las victorias ajustadas
contra Raiders y Rams no son dignas de un conjunto con pretensiones.
En
el “sur”, el panorama es más claro para Indianapolis porque lidera en soledad y
con cierta tranquilidad. La victoria ante Jaguars, tras la caída con Patriots,
y la derrota de Houston ante Bengals, posicionó a Colts en una división poco
competitiva. Todo lo contrario sucede en el “norte”, donde los cuatro equipos
acumulan 7 triunfos y nadie quiere dejar su futuro librado al azar. Esto
quedó reflejado con los partidos que ganaron Bengals, Ravens y Browns el
domingo pasado. Ninguno ha demostrado estar por encima de sus rivales
divisionales y la paridad se romperá con algún pequeño detalle, como podrían
ser los cruces entre ellos. Steelers y Bengals deben enfrentarse dos veces,
mientras que Ravens solo jugará con Browns en la última semana. Sin embargo,
Joe Flacco y Ben Roethlisberger le aportarán a sus equipos un plus que Brian
Hoyer y Andy Dalton no poseen.
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