En la semana 9 de la NFL Eagles triunfó sin Foles y Cowboys solo gana con Romo. Brady fue mas que Manning. Luck es el mariscal del futuro y Big Ben atraviesa su mejor momento. San Francisco decae por sus linieros, mientras que Dolphins los fortificó. Las claves del presente, mirando hacia adelante.
Cowboys no puede ganar sin Romo. Brandon Weeden está a años luz del quarterback titular de Dallas, a quien le costó muchos años ganarse el respeto de su público y, sobre todo, de los críticos. Recién este 2014 Romo se consolidó gracias a una férrea línea ofensiva y la apuesta de Cowboys le resultaba favorable. Además, la combinación del ataque, al lanzar hacia Dez Bryan y correr con DeMarco Murrray, le permitía a Tony descansar mentalmente y no sentir la presión de las últimas campañas. No obstante, Weeden no está a la altura del quarterback titular y le lesión de Romo podría complicar a la franquicia, aunque la dolencia no sería severa. Enfrente tuvo a Cardinals, un sólido conjunto que basa su fortaleza en la defensiva y en Carson Palmer. Seguramente, con Romo la historia hubiese sido distinta.
Mark Sánchez potenció a Philadelphia tras la salida de Foles. Luego del bajón ante Arizona, Eagles retornó al triunfo ante Houstons, que ya no tiene a la mejor defensiva del certamen. Sánchez ingresó en el segundo cuarto por la lesión de Nick Foles, quien se perdería el resto de la temporada, y lanzó para 202 yardas, con 2 pases de anotación en su haber. Con el ex mariscal de Jets, Philadelphia cambiará su forma de juego ofensivo, ya que lanzará más y cederá acarreos para LeSean McCoy.
Rams sorprendió a 49ers. Aunque, ¿es desconcertante? Para algunos no, aunque la ciclotimia de San Francisco podría conducir al equipo a no clasificar a postemporada. Además, Seattle se encaminó y lo superó en la tabla de la NFC Oeste y los conducidos por Colin Kaepernick están terceros, al borde de Saint Louis. Esta temporada, las falencias están en las líneas, tanto ofensiva como defensiva. Sin Aldon Smith, San Francisco no defiende sólidamente y su ausencia generó inseguridades. Ahora, 49ers sumó el problema de la endeble línea ofensiva, lo que le resta tiempo a Kaepernick para moverse y el plan por tierra para que juegue Frank Gore tampoco luce aceitado. Así, un mediocre equipo lo ató de manos y le ganó ajustadamente.
Brady fue más que Manning. El gran duelo del fin de semana enfrentó a Tom Brady y a Peyton Manning, lo mejores mariscales de campo de la era actual. Denver comenzó muy arriba en su rendimiento, que aún mantiene, aunque se topó con lo mejor de Patriots desde el inicio de la liga. New England sumó el quinto triunfo consecutivo y la defensiva de Broncos no resultó tan firme como venía manifestándose. Brady completó 33 de 53 pases para 333 yardas, cuatro touchdowns y una intercepción. En tanto, Manning lanzó para 438 yardas y 2 anotaciones, con dos intercepciones que le costaron 14 puntos. La diferencia se profundizó en el segundo cuarto, donde Patriots aplastó a la defensiva de Denver. El regreso de patada de Julian Edelman fue vital y Manning no supo salir de la intercepción sufrida. Así y todo, fue un partido aparte que no tendrá injerencia para ninguna de las campañas.
Dolphins blanqueó a San Diego y sigue creciendo. Con realidades disímiles, el alicaído Chargers no tuvo opciones ante el creciente conjunto de Miami. Tras un inicio demoledor, los comandados por Philip Rives cayeron por tercera ocasión consecutiva y su futuro quedó comprometido en la AFC Oeste, donde Broncos y Chiefs pelean el primer puesto. En tanto, Dolphins hizo todo bien para presionar al mariscal rival y le impidió anotar puntos, en una tarea defensiva excelente. Los linieros -ofensivos y defensivos- siguen marcando el rumbo del equipo. El juego terrestre es otra de sus aptitudes y Ryan Tannehill demuestra mayores virtudes que en sus comienzos, como la elección de jugadas correctas a la hora del play-action.
Ben Roethlisberger es nuevamente el hombre record de la liga. Por segunda ocasión consecutiva, el mariscal de campo de Pittsburgh anotó 6 touchdown en un partido, acumulando 12 en dos juegos, nuevo récord en la NFL. Big Ben resurgió para conducir a Steelers para otro triunfo, lo que lanza al equipo “acerero” a la pelea directa por la AFC Norte, una de las divisiones más encarnizadas. Houston, Colts y ahora Ravens fueron sus últimas víctimas. La combinación del mariscal de campo con su receptor estelar, Antonio Brown, es de las mejores de la liga.
Colts es el verdadero gigante. El tropezón ante Steelers de la semana pasada no significó mucho, sobre todo por la actuación de Big Ben aquella jornada. El lunes por la noche, Indianapolis volvió a ganar y lo hizo con autoridad ante el debilitado Giants, que sumó su tercera caída consecutiva. Más allá del rival, Colts tiene una estructura armada y su ataque aceitado, con Andrew Luck como mariscal, Ahmad Bradshaw su corredor y TJ Hilton y Reggie Wayne los receptores. Luck es uno de los responsables de que Indy sea la mejor ofensiva aérea de la NFL y su futuro no tiene techo. La defensa es fuerte, aunque permita demasiadas yardas por pase. Su liderazgo en la AFC Sur es indiscutido.
Por último, no debemos dejar de lado a Drew Brees, el líder de New Orleans Saints, un equipo que arrancó para la catástrofe y que de apoco fue mutando hasta convertirse en un rival competitivo. Las protecciones al quarterback se ajustaron, el juego terrestre se emparejó y lo más importante es que la defensiva ya no permite tantas yardas como al inicio del certamen. La gran responsabilidad es de los entrenadores y los aciertos tienen que ver con el desempeño de los linieros. Así, aun hay varias franquicias que tienen tiempo para cambiar y acomodar los frontales y mantener el sueño de clasificación.
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