Cowboys encontró un milagro y lo dio vuelta

Detroit perdió terreno en los últimos minutos y cayó estrepitosamente ante Dallas 24-20. Faltando 3 minutos del tercero y todo el último cuarto, Lions lo ganaba por 13 puntos, pero el espíritu de Dallas resurgió para una remontada increíble. Hubo polémica tras una interferencia de pase que favoreció al local que ahora jugará ante Packers.

El favoritismo por el conjunto local tenía algunos argumentos. Por ejemplo, de los últimos 7 partidos, Dallas había ganado 6. Además, esta campaña fue realmente superlativa en números y resultados. En ataque forjó una línea ofensiva que hizo lucir a DeMarco Murray, el principal elemento de desequilibrio, y también potenció a Tony Romo. El quarterback más criticado de la década mantuvo su perfil, pero mejoró su estadística. Es decir, rindió notablemente, aunque en momentos clave siguió flaqueando.

Romo culminó el domingo con 19 de 31 pases lanzados para 293 yardas, con dos pases de anotación y 6 capturas. Repasando el juego, la primera mitad fue olvidable y en la segunda no lo protegieron. Así y todo, supo resolver ante la adversidad y frente a una defensiva poderosísima. Sin embargo, el mariscal de campo de Dallas comete errores ante la desprotección. Esto es algo que no ha sabido reparar, tal vez porque jamás tuvo una línea ofensiva contundente. No obstante, su perfil de líder débil podría ser otro factor a considerar.

¿Cuáles eran los posibles problemas para Cowboys? Ambos ostentaban las mismas rachas de 4 ganados y 4 perdidos en la misma condición del domingo, es decir, Lions tenía esa marca como visitante y Cowboys como local. Aquí la preferencia no debía tener incidencia en el AT&T de Arlington, a pesar de la presión que el público iba a generar. En consecuencia, las contras había que buscarlas en el rival.

Detroit llegó a postemporada peleando palmo a palmo el liderazgo divisional con Green Bay, gracias al trabajo de una defensa vigorosa. Ante equipos corredores era inexpugnable y frente a ofensivas aéreas resultaba muy agresiva. Los equipos se construyen desde las defensivas y el reto de Dallas era abrumador. Por otra parte, la ofensiva de Lions sería una incógnita, ya que en la última semana ante Packers, el mariscal Matthew Stafford sufrió el apremio de los frontales. Igualmente, tenía una carta bajo la manga: Cowboys era bastante endeble en la profundidad…

Apenas comenzó el juego, Stafford lanzó hacia Tate un pase de 51 yardas que culminó en touchdown. Este fue el primer aviso. Unas jugadas más adelante, un error provocó la hecatombe: Lions estaba despejando el balón, pero los equipos especiales golpearon al pateador y Detroit recuperó la posesión. Stafford comenzó a darle protagonismo a Joique Bell, quien arrasaba la defensiva local sus acarreos. La serie de 99 yardas culminó con la notación de Reggie Bush y el parcial indicaba 14-0.

En tanto, Dallas recién pudo anotar en la quinta ofensiva, tras un pase de Romo a Terrance Williams de 76 yardas. Sabido es que Lions tiene algunas complicaciones con sus profundos y este touchdown reflejó ciertos errores. Al medio tiempo se irían 17-7, pero el tercer cuarto comenzó con una intercepción a Stafford. Esto no condicionó al mariscal porque la ofensiva continuó avanzando y volvieron a marcar un field goal.

El partido cambió en los últimos 18 minutos. Dallas hizo todo lo que debía, mientras que Detroit se encerró en el temor a perder. Jason Witten empezó a ser importante y recibió 5 pases. Cole Beasley atrapó cuatro. El juego aéreo funcionó al lanzar a los costados y en series. DeMarco Murray era utilizado por momentos. Romo  tuvo buenas y malas, pero acertó en las difíciles. El dramatismo se apoderó del AT&T. Lions ganaba por siete, pero el acarreo de Murray y un gol de campo de Bailey acercaron a Cowboys a cinco puntos.

En el último cuarto, Lions flaqueó y retrocedió terreno, sin poder anotar puntos porque la ofensiva se quedaba muy lejos de los arcos. La línea de trinchera de Dallas mejoró notablemente y presionó a Stafford que no podía alcanzar a Calvin Johnson. Miedos, certezas, confianza, nervios. Todo se mezclaba en verde césped. Una secuencia polémica detonó en la banca de Detroit cuando Pettigrew acusó interferencia de pase. Esta jugada pudo poder de pies todo el partido. Aquí, los jueces cometieron un error que favoreció a Dallas.

A tres minutos del final, Romo encontró a Terrance Williams para superar por primera vez en el juego al duro rival.  El reloj haría el resto, siendo Stafford interceptado en la desesperación por darlo vuelta. No alcanzó. Su momento había volado. Era el tiempo de Romo y Dallas será el contendiente de Packers.

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