Dos equipos mellizos se enfrentaron en Colorado,
con números muy parecidos y perfiles casi idénticos. Sin embargo, la juventud
pudo con la experiencia y Andrew Luck eliminó a Peyton Manning de los playoffs.
Los Colts se impusieron 24 a 13, gracias a un gran segundo cuarto de la
ofensiva y al trabajo desgastante de la defensiva.
El
comienzo fue beneficioso y los augurios parecían cumplirse. En la primera serie
de ataque de Broncos, Peyton Manning encontró a Demaryius Thomas para el
touchdown inicial del pleito. Luego, los locales no anotarían en los próximos
avances producto del crecimiento defensivo de Indianapolis. Ante dos ataques
aéreos similares, la diferencia debía encontrarse en las trincheras. Así fue
como la visita ajustó las marcas y, sobre todo, reubicó a los profundos para
que Manning no encuentre a sus receptores.
Sin
embargo, y ante esta complicación, Denver utilizó muy poco a C.J. Anderson, que
tenía delante a una permeable defensiva terrestre. El runningback de Broncos
(4.4 yardas por acarreo) tuvo mejor rendimiento que incluso Daniel Herron (2.7),
a pesar de la anotación del corredor de Colts. El estudio de lo que Colts podía
impedir nunca fue ejercitado por Manning, que es demasiado propenso a lanzar
antes que ceder el balón para correr. Luego del partido, se supo que el
veterano líder juega lesionado desde hace semanas, por lo tanto no se lo cuidó.
O mejor dicho, Manning no quiso ser protegido…
Se
segundo cuarto sería decisivo cuando Luck encontró a su mejor socio, T.J.
Hilton, quienes avanzaron hasta marcar puntos en jugadas consecutivas, ya que
Manning fue capturado antes del segundo touchdown de Colts. Los enlaces entre
el joven mariscal y el veterano receptor dieron como resultado dos anotaciones
que inclinarían definitivamente el marcador. La primera con un acarreo de Herron
y la segunda con una recepción de Dwayne Allen.
Las
incidencias previas al medio tiempo no tuvieron injerencias, ya sea la
intercepción a Luck o el posterior gol de campo de Connor Barth. A continuación,
la defensiva de Colts sería implacable porque Broncos solo anotaría un gol de
campo en las cinco series que tuvo. Claramente, el cerrojo de Chuck Pagano
surtió efectos ante uno de los mejores pasadores de la historia de la NFL. Por
otra parte, y a pesar de las dos intercepciones sufridas, Andrew Luck se ha
posicionado como el quarterback del futuro. De los “drafteados” recientemente
en la NFL, Luck es el más prometedor porque ha conseguido resultados en lo
inmediato, tras la ida de Manning, siendo un líder con carisma y protagonismo.
En
tanto, Broncos no supo aprovechar el viento a favor cuando Colts cometió varios
castigos. Tampoco lo hizo tras el fallo de Adam Vinatieri, previo al
entretiempo. Y menos tras la intercepción de Luck. El inicio del tercer período
fue devastador porque el marcador estaba 14-10 para Indianapolis y el touchdown
de Hakeem Nicks fue contundente. Aqib Talib parecía un novato y las recepciones
de T.J. Hilton y compañía continuaron sin obstáculos hasta el final.
Algunos
creen que este fue el último partido de Peyton Manning, aunque el mariscal de
campo analizará su decisión durante el receso. Broncos reforzó la defensiva a
principios de año y rodeó de excelentes receptores a su comandante. Sin embargo,
jamás contó con un plan B por tierra y la NFL de hoy en día requiere de un
ataque mixto, con lanzamientos y acarreos. Finalmente, Colts demostró
supremacía en su juego aéreo y supo administrar a Herron para correr. Tuvo
firmeza en la marca y ahora deberá enfrentarse al rival más duro: New England
Patriots.
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