Steelers, Ravens, Bengals y Browns
integran un grupo disímil, pero cada vez más competitivo. Ninguno tiene
asegurada su postemporada, ya que la paridad va en aumento. En 2014, solo
Browns se quedó afuera de los playoffs y ahora buscará ser la sorpresa. Aquí,
lo más importante que debes saber de los cuatro integrantes de la AFC Norte.
El conjunto liderado por Ben
Roethlisberger está en condiciones de buscar un lugar en postemporada. El año
pasado sufrió bastante por bajas y lesiones y, así y todo, Pittsburgh se clasificó a los playoffs. La base del equipo ofensivo
se asentó, pero su talón de Aquiles es la defensiva. Por ello, Steelers cambió
al coordinador defensivo y contrató a Keith Butler. El retiro imprevisto de
Jason Worilds, y el esperado de Polamalu, acentuaron las preocupaciones. En el
lugar de Worilds estará el novato Bud Dupree y en la agencia libre solo
incorporó al corredor DeAngelo Williams (Panthers), quien reemplazará al
suspendido Le’Veon Bell en las tres primeras jornadas. “Los Acereros” necesitan
reconstruir su muralla para considerarse serios candidatos.
Por su parte, Ravens fue erigiéndose como el mejor
del grupo y lo ha demostrado cada fin de año. Tiene un plan perfectamente
estudiado y es ambicioso. La eliminación ante Patriots aún lastima, pero la
falta de receptores experimentados podría doler más en 2015. Esto quedó
plasmado con las idas de Torrey Smith y Owen Daniels y en el draft, cuando
eligieron a Breshad Perriman (WR) en primera ronda y a Maxx Williams (TE) en
segunda. La defensiva mantendrá su alto perfil, incluso con la salida de Haloti
Ngata hacia Detroit. Sin embargo, la competitividad de la división presionará a
Flacco hasta verlo de rodillas y el futuro del equipo estará en sus manos. En
cuanto al calendario, Ravens es el único de los integrantes de la división
norte que se aliviará un poco sobre el cierre, teniendo encuentros difíciles al
inicio de la temporada.
En Cleveland pretenden seguir el camino de Bengals, aunque aún debe
encontrar las piezas del rompecabezas ofensivo. Han cometido errores contratando
mariscales que no lograron durar siquiera una campaña, entre otras falencias.
Solo el ataque terrestre disfruta algunos veranos fugaces y el despegue podría
tardar más de la cuenta. Para colmo, la dirigencia se empeña en demostrarle a Mike
Pettine (HC) quién sabe más de football. En el draft reforzaron la defensiva y
los frontales, pero el ataque aéreo es su gran falencia y la estrategia es
cuestionable: sumaron a Josh McCown (QB, Buccaneers) para suplir
–eventualmente- a Johnny Manziel; mientras que firmaron a Dwayne Bowe (WR,
Chiefs) y a Rob Housler (TE, Cardinals) para reforzar la línea de receptores
resentida con la sanción a Josh Gordon y la salida de Jordan Cameron a
Dolphins. Nadie sabe qué sucederá este año, pero debería capitalizar el 7-4 de 2014
para crecer definitivamente.
Por último, Cincinnati se transformó en la franquicia más sorprendente del
norte, aunque parte de su poderío se desperdicia en los brazos mariscal de
campo. Andy Dalton está en la mira y los fanáticos de Bengals ya no lo quieren
tanto. También hay dudas respecto a la plantilla que él lidera porque la
transmisión de confianza mutua está resquebrajada. A pesar de ello, el equipo
supo copiar a sus rivales divisionales y formó una sólida estructura defensiva.
Entre la trinchera apuntalada y un quarterback insípido, el resultado es un
grupo desequilibrado. Así, ha tenido un techo bajo en las últimas postemporadas
que le impidieron seguir avanzando. En el draft y en la agencia libre apuntaron
a las líneas y a reforzar la secundaria, sobre todo con A.J. Hawk (Packers) y Paul
Dawson (LB). Sin embargo, ningún mariscal de campo fue contratado para
sustituir a Dalton.
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