El domingo
continuarán los playoffs de la NFL con los partidos de la Conferencia Nacional.
Seattle pretende jugar su tercer Súper Bowl consecutivo, pero antes deberá
sortear los obstáculos más difíciles, pero no pudo recuperar a Marshawn Lynch. Minnesota
también cuenta con una fuerte defensiva y con el arma terrestre del año: Adrian
Peterson.
Se esperan temperaturas bajo cero en Minnesota. El frío será una contraposición respecto a lo que transmiten estos dos conjuntos, bien armados en defensa y con dispositivos de ataque poderosos. Este es ÉL juego de comodines del fin de semana porque se medirán dos equipos con altas pretensiones. En Seattle quedó la espina clavada tras el último Súper Bowl, perdido a manos de la dinastía “Patriota”, tras un error estratégico en la última jugada.
Respecto a aquel equipo que se llevó el Tazón 2013 y que casi repite en 2014, hay algunas diferencias en la estructura. De entrada no contó con Kam Chancellor –por el boicot salarial- y a las pocas semanas se lesionó la figura Marshawn Lynch. Luego, cuando encontró reemplazante para “la bestia”, también se despidió el corredor Thomas Rawls por una lesión y Russell Wilson debió hacerse cargo de todo. En defensa ya no estaban Dan Quinn y Byron Maxwell, lo que potenció los problemas de reemplazos. A pesar de todo, Seahawks se aceitó en mitad de temporada y mejoró considerablemente.
Con 4.024 yds lanzadas y 34
touchdowns, el mariscal de campo fue la figura de la ofensiva. Además, Wilson no
corrió tanto (553 yds )
y contó con un cuerpo de receptores capaces de atrapar sus pases ente la
ausencia de Lynch. Doug Baldwin sumó 1.069
yds (14 TD), Jermanine Kearse 685 yds (5 TD), Tyler
Lockett 664 yds
(6 TD) y Jimmy Graham 605 yds (2 TD). La
aparición del ex ala cerrada de Saints fue tardía, aunque oportuna, ya que
también perdieron a Ricardo Lockette y a último momento a Luke Willson.
La faz
defensiva fue de lo mejor: fue el equipo que menos puntos recibió en la NFL, el
mejor ante los acarreos rivales y el segundo contra los pases ajenos. Así, los
frontales Michael Bennett y Cliff Avril se lucieron con 19 capturas entre ambos,
mientras la línea media se encargó de taclear a mansalva, sobre todo con las
actuaciones de los linebackers K.J. Wrigth y Bobby Wagner. Si sumamos a los
prestigiosos hombres de la tercera línea, Richard Sherman, Chancellor y Earl Thomas, estaremos
ante una de las más duras defensivas de la liga.
Del otro
lado del muro, surgió Vikings para arrebatarle la división a Green Bay. Con una
defensiva excelente y al as de bastos de la liga, el conjunto de Minnesota
llega con altas pretensiones al juego de comodines. El regreso de Adrian Peterson
fue como volver a darle vida al monstruo del Dr. Frankenstein. El runningback
necesitó un par de semanas para resurgir como un jugador desequilibrante, tras
la lesión que lo marginó en 2014. Las 1.485 yds y los 11 touchdowns fueron
suficientes para alzar la ofensiva terrestre al cuarto lugar de la liga.
Sin embargo, la flaqueza está en su prolijo juego aéreo, ya que fue la
penúltima en yardas alcanzadas en toda la NFL. Teddy Bridgewater realizó un
trabajo digno, cumplidor y efectivo, aunque nada sorprendente ni lucido: 3.231 yds , con 14 TD y
solo 9 intercepciones. De los receptores, solo el novato Stefon Diggs cumplió
con 720 yds
y 4 anotaciones, mientras que Kyle Rudolph no superó las 500 yds , pero anotó en 5
ocasiones. Para la defensa de Seattle, esto parece poco…
Además de Peterson, Minnesota cuenta con una muralla respetable, sobre
todo porque fue la quinta que menos puntos recibió. Si analizamos sus rivales
en la temporada regular, supo hacer diferencias ante los equipos que venció,
aunque cayó ante los más poderosos: Cardinals, Seahawks, Packers y Broncos. La
primera línea de la muralla se distinguió con Everson Griffen (10.5 capturas),
el novato Danielle Hunter (6), Brian Robison (5) y Tom Johnson (5.5), pero un
nuevo brazo poderoso se conformó con los linebackers. Tras la lesión de Casey
Matthews, surgió otro rookie, Eric Kendricks, que lideró el equipo defensivo
con 92 tacleadas. Además, Anthony Barr volvió a mantener el buen desempeño del
año anterior.
La defensa de Minnesota es un poco más precisa ante los pases ajenos que
cuando le corren con el balón. Ante la ausencia de Lynch -y Rawls-, esta será una gran
ventaja para los dirigidos por Mike Zimmer. Del oto lado, la defensa de
Seahawks prácticamente no sufrió en la temporada, pero tuvieron inconvenientes
con Andy Dalton, Carson Palmer, Big Ben y Cam Newton. Por lo tanto, si Vikings
pretende pasar este escollo, necesitará mucho más de su quarterback. El espíritu de Seattle suele aparecer ante la adversidad, por lo tanto, aún sin "La Bestia", nunca debe ser descartado...