No es un grupo con tendencias de predominio porque el campeón perdió a
su líder ofensivo y al sucesor. El resto está un escalón o dos por debajo.
Chiefs son los de siempre y Andy Reid es su mentor, por lo tanto, las
aspiraciones serán altas a pesar de Alex Smith y sus ¿limitaciones? Chargers
nunca despega y Oakland… Bueno, en este caso, la evolución tocó la puerta para
quedarse…
Denver Broncos: el campeón tuvo que esforzarse para mantener la plantilla y, en gran
parte, pudo lograrlo, aunque se marcharon hombres importantes, como Brock
Osweiler -quien estaba predestinado para suceder a Peyton Manning-, Malik
Jackson y Danny Trevathan. La defensa está armada y lo que suceda con el ataque
aéreo bajo el novato Trevor Siemian es imposible de adivinar, aunque Demaryus
Thomas y Emmanuel Sanders aportarán su experiencia. Se conformaron con la
renovación de CJ Anderson (RB), que estuvo a punto de firmar con Dolphins.
Aquí, Kansas City Chiefs podría acomodarse como favorito de la división porque –en
general- mantiene su estructura prioritaria y cuenta con elementos
indispensables para lo que el entrenador el jefe pretende. En la línea ya no
está Jeff Allen (Texans) e incorporó a Mitchell Schwartz (Bronws), aunque la
baja más sensible del equipo fue la de Sean Smith (CB), que se marchó a
Raiders. El poder de fuego sigue estando en la carrera (Charles-West) y en
Travis Kelce (TE).
Justamente, Oakland Raiders podría transformarse en revelación. Tiene una buena
base ofensiva con Derek Carr como conductor y Amari Cooper y Michael Crabtree
de receptores. La línea sumó a Osemele (Ravens) para proteger al quarterback y
la defensa fue reformada. Se retiraron Charles Woodson y Justin Tuck, mientras
que Aldon Smith está suspendido, aunque llevaron nada menos que a Bruce Irvin,
Sean Smith y Riggie Nelson. Esta vez, Oakland luce equilibrado y listo para
cambiar el rumbo.
En tanto, San Diego Chargers está quemando a su mariscal de campo en sus últimas
campañas. Philip Rivers tuvo todo para lucirse, aunque lo logró en algunas
temporadas. La directiva contrató a Travis Benjamin (Browns) de receptor y allí
apuntará sus lanzamientos Rivers, ya que Antonio Gates está en plena curva
descendente. Por lo demás, a medida que el ataque empeoró, la defensiva fue
elevando su perfil.