Pocas divisiones tienen tanto peso en la historia como la NFC este. Sus integrantes son
equipos populares y tradicionalistas, representativos de las ciudades que
defienden y sumamente comprometidos con el espectador. Sin embargo, a la hora
de jugar, ninguno tiene asegurado absolutamente nada para la campaña que
comienza. Además, teniendo en cuenta las bajas, los movimientos y las
estrategias, este 2016 podría ser bastante parejo para las aspiraciones de las
cuatro franquicias.
Dallas Cowboys dejó pasar su momento de predominio. Eran tiempos donde
Tony Romo brillaba, DeMarco Murray corría por miles y Dez Bryant atrapaba todo
lo que le lanzaban. Y de un día a otro, la ida del corredor, el bajón del
receptor y las lesiones del quarterback fueron demasiado para el equipo fetiche
de la zona. Romo recibió todo tipo de culpas, incluso las ajenas, y se volvió a
lesionar para este inicio. El novato Dak Prescott será titular, esperando que
Mark Sánchez –cortado por Broncos- no recupere la memoria. Entre las bajas
sensibles, Greg Hardy ya no estará en la trinchera, mientras que Cedric Thornton
arribó desde Eagles para reemplazarlo. Es justamente la defensiva la pata rota
de la mesa. Con este panorama, Cowboys correrá más que de costumbre y la falta
de un corredor fiable hizo que ficharan a Aldred Morris, de Redskins, otro
hombre “robado” a los rivales de división, y seleccionaran a Ezekiel Elliott en
el draft.
En la “Gran Manzana”, o al menos, en su mitad azul, Ben McAdoo tiene que
reemplazar al mítico Tom Coughlin con el paso de haber logrado dos Super Bowl.
Sabido es que Giants no está para semejante aventura, pero el dicho cerca de
New York dice que jamás des por muerto a un “gigante dormido”. Lo único que el
equipo tiene asegurado es el show que ofrecen los encuentros entre Eli Manning
y Odell Beckham Jr. En segundo orden, la defensiva debería apuntalarse como un
valuarte de competitividad, ya que la ida de Robert Ayers (Tampa Bay) fue
suplida con Olivier Vernon (Dolphins) y Damon Harrison (Jets). No es mucho,
pero Giants siempre aparece para dar pelea.
Las cosas no son muy distintas en Philadelphia, donde hace pocos días se
anunció que el novato Carson Wentz será quien inicie desde la ofensiva. La
historia reciente de Eagles con sus quarterback escribió páginas grises por
doquier, siendo uno de los equipos que más variaciones sufrió desde el puesto
principal de este deporte. Ante la falta de receptores importantes, y con la
llegada de un nuevo entrenador, Doug Pederson, volverán a las fuentes:
defenderse y correr. Brandom Brooks llegó desde Texans para cuidar al mariscal,
otro signo de ir en búsqueda de una reconstrucción lógica y sin mucho ruido en
el mercado.
Finalmente, el círculo se cierra en un equipo que podría golpear a todos.
Washington Redskins dio indicios de crecimiento en 2015 y se animará a pelear
la división. Desde la capital de la nación, se desprendieron de elementos inútiles
para la franquicia, como Alfred Morris (Cowboys) y Robert Griffin III (Browns),
y contrataron jugadores para ocupar lugares esenciales de la defensa: Josh
Norman (Panthers), David Bruton (Broncos) y Kendall Reyes (Chargers). En
ataque, Kirk Cousins logró imponerse como mariscal de campo y no hay dudas de
su liderazgo. Está bien rodeado, con Pierre Garçon, DeSean Jackson y Jordan
Reed (TE); mientras Matt Jones despegará los tanques para mezclar combinaciones
de juego aéreo y terrestre.