Patriots arrancó con
el pié derecho y ganó dos partidos fundamentales sin Tom Brady (QB), Rob Gronkowski
(TE) y Rob Ninkovich (DL). Jimmy Garoppolo entendió los planes de Bill Belichik,
liderando la ofensiva con agresividad y contundencia (498 yds , 4 TD, o int).
Garoppolo repartió sus lanzamientos al estilo Brady, es decir, con criterio
táctico y visión periférica de sus receptores. Sin embargo, la lesión del QB
suplente le agregó otra cuota de dramatismo a las bajas que sufre New England. Como
contrapartida, el ataque terrestre creció a pasos agigantados gracias a
LeGarrette Blount (193 yds ),
quien causó gran impacto en los rivales. El factor tierra apareció en un
momento clave y, posiblemente, sirva para tapar lo que pueda suceder con
Patriots sin sus mariscales #1 y #2. Por ahora, New England lució armado, a
excepción de la defensa contra el pase ajeno, que permitió que Ryan Tannehill
lanzara 389 yardas ,
es decir, 118 más que Carson Palmer -un verdadero especialista- en la primera
semana.
Si unificamos las
presentaciones de Patriots, siempre fue de mayor a menor, sufriendo ante
Arizona y Miami en el último tramo de ambos juegos. La estrategia de New
England fue golpear primero, aunque hubo alarmas para anotar en el libro rojo. Con
Cardinals perdieron tres veces el balón y todas culminaron en anotaciones de
seis puntos. Lo mencionado anteriormente respecto a la defensiva aérea, casi
genera que Larry Fitzgerald sea el héroe del partido y el field goal fallado
por Chandler Catanzaro salvó el domingo. Una semana después, Garoppolo cometió
un error grave al salir de la bolsa protectora –posiblemente por exceso de
confianza- en la jugada que se retiró lesionado. Jacoby Brissett demostró que
aún le falta ruedo, aunque los problemas de Patriots surgieron nuevamente en el
último cuarto contra los pases de Dolphins, que pudo haber igualado el pleito.
Con los triunfos iniciales, el panorama es bastante bueno ya que ha jugado sin
sus figuras principales: Brady y Gronkowski.