Radiografía: Steelers, con la mira puesta en febrero

El arranque de Steelers fue excelente. Ganó en Washington con amplitud y se llevó el primer duelo divisional de la temporada ante Cincinnati. Las bajas de Martavis Bryant (WR) y de Le’Veon Bell (RB) no debilitaron el circuito ofensivo gracias a los desempeños de Sammie Coates y DeAngelo Williams. La unidad comandada por Ben Roethlisberger está equilibrada y puede ser destructiva tanto por aire como por tierra. “Big Ben” acumula 4 touchdowns y 559 yardas en dos juegos, pero ya sufrió 3 intercepciones. Este es el mayor riesgo que asume la fuerza aérea de Pittsburgh al realizar tantos lanzamientos. Sin embargo, las interferencias de pase se observan mayormente con los tiros a media distancia y coinciden con la ausencia de Heath Miller (TE). La inclusión de Jesse James como ala cerrada aún está en su etapa inicial.

La columna vertebral de la ofensiva, con Roethlisberger-Williams-Brown, tuvo un gran 2015 y los indicios para este año son bastante similares. ¿Qué sucederá cuando Bell regrese? Seguramente, repartirán sus acarreos con Williams (237 yardas, 2 TD), aunque será difícil que el ex Panthers deje la titularidad. Por otra parte, las jugadas entre Big Ben y Antonio Brown continúan siendo brillantes. Más allá de los números del receptor (12 atrapadas, 165 yardas, 2 TD), Brown ofrece espectáculo hasta cuando le roban el balón de las manos. Los envíos del quarterback van prioritariamente hacia el número 84, aunque Roethlisberger también ha disparado hacia Coates (4 recepciones, 153 yardas), Williams (10 rec, 66 yds, 1 TD), Eli Rogers (7 rec, 68 yds, 1 TD), James (8 rec, 60 yds, 1 TD) y Xavier Grimble (1 TD). De este modo, Big Ben tiene elecciones para lanzar, aunque lo más destacado del mariscal en este inicio ha sido su desempeño con las piernas. La movilidad le aporta un plus a Roethlisberger, quien goza de esta condición cuando luce en forma.


Por la defensa, los problemas surgen con los pases profundos de sus rivales, una tendencia ya conocida en Pittsburgh desde hace algunos años. Justamente, el arma de ataque más poderosa es también su principal falencia: el juego aéreo. Ante Bengals, la defensiva sufrió bastante cuando Andy Dalton se encontró con AJ Green y, sobre el final del partido, la tendencia aumentó. Si el conjunto de Mike Tomlin ajusta la secundaria, Steelers será un serio candidato al gran juego de febrero.