El arranque de
Steelers fue excelente. Ganó en Washington con amplitud y se llevó el primer
duelo divisional de la temporada ante Cincinnati. Las bajas de Martavis Bryant
(WR) y de Le’Veon Bell (RB) no
debilitaron el circuito ofensivo gracias a los desempeños de Sammie Coates y
DeAngelo Williams. La unidad comandada por Ben Roethlisberger está equilibrada
y puede ser destructiva tanto por aire como por tierra. “Big Ben” acumula 4
touchdowns y 559 yardas
en dos juegos, pero ya sufrió 3 intercepciones. Este es el mayor riesgo que
asume la fuerza aérea de Pittsburgh al realizar tantos lanzamientos. Sin
embargo, las interferencias de pase se observan mayormente con los tiros a
media distancia y coinciden con la ausencia de Heath Miller (TE). La inclusión de
Jesse James como ala cerrada aún está en su etapa inicial.
La columna vertebral
de la ofensiva, con Roethlisberger-Williams-Brown, tuvo un gran 2015 y los
indicios para este año son bastante similares. ¿Qué sucederá cuando Bell
regrese? Seguramente, repartirán sus acarreos con Williams (237 yardas , 2 TD),
aunque será difícil que el ex Panthers deje la titularidad. Por otra parte, las
jugadas entre Big Ben y Antonio Brown continúan siendo brillantes. Más allá de
los números del receptor (12 atrapadas, 165 yardas , 2 TD), Brown
ofrece espectáculo hasta cuando le roban el balón de las manos. Los envíos del
quarterback van prioritariamente hacia el número 84, aunque Roethlisberger
también ha disparado hacia Coates (4 recepciones, 153 yardas ), Williams (10
rec, 66 yds ,
1 TD), Eli Rogers (7 rec, 68
yds , 1 TD), James (8 rec, 60 yds , 1 TD) y Xavier
Grimble (1 TD). De este modo, Big Ben tiene elecciones para lanzar, aunque lo
más destacado del mariscal en este inicio ha sido su desempeño con las piernas.
La movilidad le aporta un plus a Roethlisberger, quien goza de esta condición
cuando luce en forma.
Por la defensa, los
problemas surgen con los pases profundos de sus rivales, una tendencia ya
conocida en Pittsburgh desde hace algunos años. Justamente, el arma de ataque más
poderosa es también su principal falencia: el juego aéreo. Ante Bengals, la
defensiva sufrió bastante cuando Andy Dalton se encontró con AJ Green y, sobre
el final del partido, la tendencia aumentó. Si el conjunto de Mike Tomlin
ajusta la secundaria, Steelers será un serio candidato al gran juego de febrero.