NFC: Domina el juego aéreo

Carson Wentz (Eagles)
Los cuatro primeros de la NFC vienen en racha. Ganaron partidos consecutivos a base de puntos, pero también fortalecieron sus defensivas para encontrar el equilibrio adecuado. Además, los mariscales de campo están pasando buenos momentos: Eagles y Rams tienen líderes emergentes, mientras que Saints cuenta con la vigencia del veterano Drew Brees y Vikings está jugando con su tercer quarterback.

Lo de Saints es realmente sorpresivo. El promedio de puntos recibidos en sus primeros partidos era 32.5, pero en sus últimas cuatro actuaciones lo bajaron a 17. La defensa vapuleada tras el “bountygate” –un sistema de recompensas por lesionar rivales- ya es historia. A New Orleans le costó demasiado tiempo diagramar un esquema defensivo que funcione –van 3 años sin playoff- y recién ahora está demostrando un rendimiento acorde a sus pretensiones. Drew Brees (38) está vigente –a pesar de una primera mitad errática ante Packers- y sus encuentros con Ted Ginn Jr. son la mejor demostración. Igualmente, la ida de Adrian Peterson a Cardinals benefició a Mark Ingram, quien se adueñó del backfield y no pretende soltarlo.

En su división, Atlanta arrastra los problemas defensivos de siempre, aunque ahora no está jugando bien su ataque, que promedia los 13 puntos en los últimos 3 partidos. ¡13! En el caso de Buccaneers, la defensiva tiene demasiados altibajos y su ataque no es contundente. Sus tres derrotas consecutivas así lo reflejan. Finalmente, Carolina Panthers ganó partidos difíciles y perdió otros tantos complicados. El calendario resultó bastante duro, aunque los rivales le están cargando demasiado trabajo a una defensiva en decadencia.

En el Este, Philadelphia parece haber encontrado el rumbo desde la elección de Carson Wentz en 2016. Su juego evoluciona a pasos agigantados con pases increíbles y una agilidad admirable. El cuerpo de receptores es excelente y el rendimiento del ataque es tan explosivo que lo hacen un equipo ganador desde el vamos. Arrastra 5 triunfos consecutivos, pero una señal de alerta recayó inesperadamente con las lesiones de Jason Peters (OT) y Jordan Hicks (LB) para el resto de la temporada.

Al norte, el camino está allanado para Minnesota tras la pérdida de Aaron Rodgers en Green Bay. Al formidable trabajo de su defensiva –es la 8° mejor en la NFL en puntos permitidos-, ahora le han impregnado confianza al juego aéreo, pese a las lesiones de sus principales quarterbacks. A Case Keenum le costó bastante emplazarse como líder, pero los últimos tres partidos fueron clave para ganarse la confianza de sus compañeros, sobre todo Thielen y Diggs.

El resto de los equipos de la división tienen bastantes problemas para encarar una pelea mano a mano contra el mejor equipo del grupo. Detroit cayó dos juegos seguidos, Chicago sacó dos triunfos aunque aún está germinando y Packers todavía desconoce si con Hundley será posible el milagro.

Por último, “en el Oeste está el agite”, como entona la banda de rock argentino “Divididos”. Seattle y Rams son los más armados, mientras que Arizona se desintegra desde sus inconvenientes defensivos. La mejor unidad defensiva de la NFL la tiene Seahawks, trono que comparte con Broncos desde hace años. Esta temporada, es la que menos puntos permitió en la Liga y sigue siendo el pilar del equipo de Peter Carroll. Sin embargo, el ataque terrestre no logró despegar, incluso con la presencia de Eddie Lacy. Y confiar todo el peso a los brazos de Russell Wilson les puede costar caro.

Lo que está ocurriendo con Rams es maravilloso. Desde la campaña 2004 que la franquicia no juega postemporada. Fue demasiado tiempo y ahora parece que les llega una chance inmejorable, sobre todo con Arizona diezmado y Seattle sin demasiado ataque. Desde el año pasado, Rams había dado señales de contar con un juego defensivo respetable, aunque les faltaba lo demás. Ese resto surgió con una estructura ofensiva demoledora, bajo el liderazgo de Jared Goff, quien mejoró notablemente sus números del certamen pasado.