Foles, Keenum, Brady y Bortles. |
Disputadas
las semifinales de conferencia -en duelos realmente apasionantes- los cuatro
equipos que aspiran a jugar el próximo Super Bowl son New England Patriots
–actuales campeones-, Jacksonville Jaguars, Minnesota Vikings y Philadelphia
Eagles. Cada uno de ellos, tiene una particularidad emparentada directamente
con el partido más importante de la temporada, que se llevará a cabo el 4 de
febrero, en Minneapolis.
La NFL es la liga profesional de football americano de
EEUU, la competencia deportiva más redituable del mundo. Según Forbes, recauda
más de 13 billones de dólares por año. También cuenta con la franquicia más
valiosa del planeta –los Dallas Cowboys- que fue tasada en 4.2 billones de
dólares, por encima de cualquier club de fútbol, como Barcelona o Real Madrid. Y
se jacta de organizar el evento deportivo más recaudador: justamente, el Super
Bowl, que factura más de 580 millones en un solo partido.
Así las cosas, la NFL está integrada por 32 equipos,
que se dividen en dos Conferencias: la Americana y la Nacional. El próximo
domingo, se disputarán las finales de cada una de ellas y los ganadores jugarán
el Super Bowl. El año pasado, New England Patriots se coronó campeón por quinta
ocasión, tras vencer a Atlanta Falcons en un encuentro inolvidable. Los “Pats”,
que son liderados por el quarterback más famoso del mundo -Tom Brady- dieron
vuelta el pleito milagrosamente, a pesar de ir perdiendo 9-28 al inicio del
último período.
Al final de esta temporada, Brady, el entrenador en
jefe y el dueño del equipo fueron acusados en reportes periodísticos que
revelan una serie de peleas internas insalvables. Los informadores presagiaban
el final de Patriots como franquicia dominante, pero el sábado pasado se
encargaron de destrozar al rival de turno –Tennessee Titans- con un apabullante
35-14. Más allá de las acusaciones, el equipo de Brady y compañía están en
condiciones de sumar el sexto anillo.
El otro finalista de la Conferencia Americana es
Jacksonville Jaguars, una franquicia de las más débiles, pero que supo
reconstruirse desde su defensiva. Además, encontró en el draft al mejor
corredor de 2017, Leonard Fournette, su arma de ataque más importante. Con esa poderosa
defensa y las corridas de Fournette, están en condiciones de eliminar al
temible Patriots. Hasta ahora, Jaguars disputó dos finales, aunque nunca jugó
un Super Bowl.
Del otro lado, la disputa en la Conferencia Nacional
tendrá a dos equipos que jamás han ganado el Súper Tazón y se parecen en
algunas situaciones deportivas. Por ejemplo, ni Minnesota Vikings –perdió 4 SB-
ni Philadelphia Eagles –cayó en 2 SB- jugarán con sus mariscales de campo
titulares, lesionados durante el certamen. Así y todo, en estos playoff, los
quarterbacks suplentes se ganaron el respeto de la opinión pública que dudaba
sobre sus actuaciones en instancias decisivas.
En el caso de Philadelphia, se lesionó Carson Wentz,
probablemente el jugador más valioso de la temporada, y por ese motivo no fueron
favoritos en las apuestas de Las Vegas para el partido anterior, cuando
eliminaron a Atlanta.
Por último, si Minnesota Vikings llegase a ganar la
final de la NFC, disputaría el Super Bowl en casa, ya que su nuevo estadio de
Minneapolis fue elegido para el gran juego del 4 de febrero, donde quedó
confirmada la presencia de Justin Timberlake en el show del medio tiempo y de
Pink, que entonará el himno norteamericano.