Durante la temporada regular quedó demostrado que Aaron Rodgers "solo" no puede hacer nada. Y el triunfo ante Seahawks fue una clara muestra de ello, ya que las piezas ofensivas funcionaron a la perfección: Davante Adams atrapó todo lo que el veterano mariscal le lanzó; Jimmy Graham fue tan útil como en sus mejores años, y Aaron Jones corrió hasta romper las pobres barreras defensivas de Seattle.
Desde allí pongo un asterisco de cara a la final: ¿Podrá Packers imponer su ataque ante la mejor defensiva de la NFL? Contra Seahawks los liderados por Rodgers hicieron prácticamente lo que quisieron, aunque seguramente eso no sucederá en San Francisco...
La defensiva de 49ers. es la mejor ranqueada ante el juego de pases, pero contra la carrera tiene altibajos. Si tomamos las estadísticas de los equipos clasificados a postemporada, la de Kyle Shanahan permitió casi tantas yardas por tierra como las de Seattle, Minnesota, Houston o Green Bay. No obstante, supieron disminuir a Dalvin Cook en la Ronda Divisional a solamente 18 yardas en 9 acarreos. Es decir que el ataque de Vikings fue más exitoso lanzando.
"A su juego lo están llamando" y Packers debería tomar nota de ello, pero sin descuidar al otro Aaron (Jones) -factor trascendente de esta versión mejorada de Green Bay- para medir las posibles rencillas que surjan en la fortaleza californiana. Igualmente, no sería extraño que Rodgers comience lanzando largo para sorprender de entrada y dar un golpe de efecto inmediato. O diseñar algo parecido al juego que Saints le propuso en temporada regular y que culminó 48-46 o el "golpe por golpe" que Russell Wilson impuso con Seahawks.
Sin embargo, los playoffs son otra cosa y muchos aspectos se terminan ajustando desde la realidad, como por ejemplo, para la final de la NFC, saber si Adams irá cerca de Sherman. Lo cierto es que el domingo Aaron Rodgers no tendrá tantas libertades y deberá cuidarse fuera del pocket, donde Bosa y Armstead lo apuntarán con miras láser. La agresiva unidad defensiva de 49ers. despega sus "cazas" hacia adelante y, al mismo tiempo, estira la secundaria con movimientos bastante elásticos, ya sea para tratar de interceptar pases, como para bloquear rutas terrestres. Y lo mejor de ese despliegue es la velocidad de sus jugadores porque siempre llegan a marcar o bloquear con superioridad numérica. Es decir que los receptores y corredores rivales deben saber que -al menos- tendrán dos hombres encima en cada movimiento.
Por otra parte, la gran incógnita será develar cómo piensa Packers detener los acarreos de San Francisco, teniendo en cuenta que esa tarea no es muy fructífera en Green Bay. Además, su última presentación no nos servirá como medida certera porque Seahawks tenía averiado su ataque terrestre. El "monstruo de tres cabezas" irá desde el centro hacia afuera o intentará perforar de frente, ya sea con Coleman, Mostert o Breida. Hasta aquí, poco más que decir...
Ahora, ¿será Jimmy Garoppolo factor preponderante? El ex quarterback reserva de Brady creció muchísimo desde su llegada a San Francisco, aunque todavía no demostró si está en condiciones de cargarse un partido al hombro o arriesgar más de lo planeado. Protegido por una guardia pretoriana implacable, Garoppolo lanza pases seguros, sobre todo al tight end Goerge Kittle, y también dispone de varios receptores abiertos, como Samuel, Sanders o Bourne, aunque ninguna de las atrapadas ante Minnesota superaron las 22 yardas.
Posiblemente, este perfil de lanzador sea suficiente para Shanahan porque confía más en sus potentes runningbacks que en su líder, pero no siempre los planes resultan exitosos y -ante la necesidad de asumir mayores riesgos- aún desconocemos si Jimmy G. está a la altura. San Francisco es un equipo que responde más por solidaridad, contagio, estrategia y asociacionismo, demostrando solidez en todas las unidades, como si fuesen una. Prioriza los objetivos colectivos y deja en un segundo plano los logros particulares. Es tan fuerte el espíritu de conjunto que -muchas veces- disimula el talento individual. Posiblemente, en estos tres años al mando, Shanahan siempre tuvo en claro que no cuenta con un Russell Wilson o un Aaron Rodgers, ni tampoco con un Derrick Henry o un N. Chubb, y mucho menos con un Travis Kelce o un Julio Jones, y debió dosificar lo que tenia en pos del "equipo"; donde menos por menos es más. Así emergieron las figuras de hoy en día, como Mostert, Bosa, Kittle y hasta el receptor Deebo Samuel.
Volviendo a Garoppolo, la defensiva de Packers -otra unidad mejorada este año- posee elementos vitales para la presión sobre el mariscal, como Preston y Za'Darius Smith, dos linebackers veloces y dispuestos al sacrificio en beneficio de algunas capturas. El duelo con la linea ofensiva de 49ers. será una de las claves del partido.
En consecuencia, todo parece indicar que veremos un juego más inclinado hacia lo que pueda o no impedir la defensa de San Francisco y si Packers está preparado para semejante desafío. El talento y la experiencia de Aaron Rodgers serán factor mientras sus compañeros estén a la altura. De lo contrario, será el final del camino.