Andy Reid y los Kansas City están a un juego de superar el karma del partido "duro" de playoff del año pasado. Es momento de saber si la franquicia está para dar el gran salto.
Desde 2013, con la llegada del entrenador en jefe, Chiefs han sido muy competitivos, a pesar de haber mutado su forma de jugar en estos años. Una de esos cambios es que dejó de correr yardas para ser un equipo netamente pasador. Y Travis Kelce es fundamental porque atrapa todo lo que le envía Patrick Mahomes; una conexión que los hace un arma letal. Aquí es donde planteo la llave del partido del domingo, algo que profundizaré más adelante.
El poderío ofensivo de Chiefs también lo sostienen Tyreek Hill y Sammy Watkins, un duo versátil de atrapadores-corredores que además pueden realizar jugadas de engaño. Es por ello que Kansas City apostará a anotar todo lo que pueda, teniendo en cuenta que su defensiva es permeable. Y la mejor defensa que deba asumir Chiefs es justamente su ataque...
De este modo, Reid no debería preocuparse más de la cuenta por detener a Derrick Henry, ya que será gastar energías en algo demasiado difícil de resolver. Por lo tanto, lo más práctico para la defensiva de KC será presionar al emergente Ryan Tannehill porque, si bien el ex QB de Miami le cambió la cara al equipo, aún es un líder no del todo confiable. De hecho, Tannehill lanza sin demasiados riesgos a objetivos asegurados. Y teniendo en cuenta que Titans reparte su estrategia lanzando y corriendo, Chiefs necesita apuntar a una sola táctica para no dividir fuerzas: ir contra el quarterback e imprimirle el rigor necesario para hacerlo flaquear.
La misión no será sencilla. Tennessee potenció a Henry como su único valor terrestre desde que salió Marcus Mariota, transformando al runningback en una "bestia". Anteriormente, Mariota asumía papeles de acarreo en el reparto de las jugadas del backfield y Henry lucía como un herramienta potencial. La decisión de Mike Vrabel fue acertada porque equilibró su frente de ataque con una linea ofensiva notable para las rutas terrestres, aunque la protección a Tannehill puede tener grietas, y es justamente fuera de la bolsa protectora donde el QB es endeble.
Ante Chiefs, sería conveniente que traten de sumar puntos cada vez que se acercan a la zona roja porque los de Kansas apuestan por anotar y seguir anotando. Lo dicho: la mejor defensa de Chiefs es su ataque y el hombre clave del partido será Kelce (no Henry, como todos dicen) porque Titans suele dejar espacios en los sectores medios -delante de su secundaria- y hoy parece ser su único problema defensivo.
En Foxboro no tuvo ese inconveniente, pero si Brady hubiera contado con receptores adecuados -o con Gronkowski- la historia posiblemente sería otra. En cambio contra Ravens sí sufrió esos pases, aunque Lamar Jackson pensó demasiado en él. Justamente eso no ocurrirá en Kansas, donde Mahomes -también con habilidades con sus piernas- apuntará precisamente hacia su ala cerrada.
Tennessee depende mucho de Henry y habrá que estar atentos al desgaste previo. Sin embargo, por lo planteado anteriormente, él será factor obligado del equipo y sumará acarreos voraces y trascendentes. Está en manos de Chiefs si acepta ese elemento como inevitable y se concentra en lo demás.
En promedio, ambos espíritus están por las nubes por las recientes victorias. Reid y Vrabel son head coaches inteligentes y asumen riesgos. Las defensivas tendrán el control o el desorden y dos estilos opuestos dirimirán quién irá al Super Bowl. Colectivamente, Titans parece mejor predispuesto al trabajo asociado, mientras Chiefs cuenta con bastante talento para derrochar.